1. Arriésgate lo más posible
Iniciar una empresa puede ser el camino más arriesgado, pero también el que te puede traer mayores beneficios; por lo tanto, si crees en ello debes continuar hasta el final y evitar que tu estado de ánimo y tus ganas bajen. Eso sí, debes tomar riesgos inteligentes y calculados. Además, probablemente no tienes una familia a la cual mantener así que no tienes mucho que perder.
2. Céntrate en lo fundamental
Trata de mejorar aquellas habilidades que te harán más eficaz y productivo en lo que hagas, por ejemplo, el cálculo o la lectura. Haz una lista de las tareas que debes llevar a cabo y jerarquízalas para irlas realizando de acuerdo a su prioridad. Recuerda que tendrás que ser muy organizado para que todo se haga bien y a tiempo.
3. Rodéate de personas clave
Es muy importante que durante este periodo procures a aquellas personas que realmente desean que consigas grandes logros en la vida. Si quieres tener éxito, rodéate de gente exitosa y que espere que tú también lo seas.
4. Persigue tu felicidad
Al iniciar tu negocio, debes hacerlo en algo que verdaderamente te apasione. Debes tomar en cuenta que si vas a hacer algo el resto de tu vida, por lo menos tiene que ser algo que te motive a realizarlo.
5. No tomes en cuenta todas las opiniones
A lo largo de tu camino de emprendimiento, habrá mucha gente que te dirá que lo primero que debes hacer es adquirir experiencia en una gran empresa o que trate de convencerte de que tu idea no será exitosa